SECCIÓN 8
¿Qué quería Dios para la humanidad?
“Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la tierra.” (GÉNESIS 1:28)
DIOS creó a Adán y Eva para que vivieran felices y cuidaran de su hermoso hogar, la Tierra (Génesis 2:15). Los dotó con cualidades semejantes a las suyas. El primer hombre y la primera mujer podían explorar el planeta y disfrutar de todo lo que hay en él. Sus hijos habrían nacido en un mundo perfecto.
¿Qué oportunidad le brindó Dios a la primera pareja humana?
Nuestros primeros padres, Adán y Eva, tenían la oportunidad de vivir para siempre en el Paraíso, conociendo mejor a Dios y sus obras (Salmo 115:16; Eclesiastés 3:10, 11). Sus hijos podrían haber tenido esa misma oportunidad.
¿Qué instrucciones de parte de Dios recibieron Adán y Eva?
Adán y Eva tenían la posibilidad de formar parte de la familia universal de Dios y disfrutar de la vida, siempre y cuando respetaran las normas morales del Creador. Él les dijo cuál era la mejor manera de usar su libertad y les advirtió acerca de las consecuencias de desobedecerle: si seguían las instrucciones de Dios, disfrutarían para siempre de una vida perfecta; si hacían las cosas a su manera, sufrirían y perderían la vida. Tener libertad de elección significa ser responsables de nuestras decisiones y acciones (Génesis 2:16, 17).
¿Qué salió mal?
Primero, Satanás se rebeló contra Dios. Entonces, Adán y Eva decidieron hacer lo mismo. Por consiguiente, pecaron contra Dios, perdieron la perfección y comenzaron a morir (Génesis 5:5).
¿Cómo nos afecta lo que hicieron Adán y Eva?
Después de pecar, Adán y Eva no pudieron transmitir a sus hijos ni la perfección ni la posibilidad de vivir para siempre. Más bien, pasaron el pecado y la muerte a la humanidad. Aunque eso no era lo que Dios quería, todos morimos debido al pecado. Pero ¿qué es el pecado?