Observando el mundo
Observando el mundo
Supervivencia misteriosa
A pesar de que las intensas tormentas de diciembre de 1999 causaron grandes estragos en los bosques franceses, se observó recientemente que los animales de caza mayor no sufrieron tanto daño como se creía, según el diario parisino Le Monde. En 10.000 hectáreas de bosque del este de Francia, solo se encontraron veinte ejemplares muertos: diez ciervos, cinco corzos y cinco jabalíes. Obedeciendo “mecanismos aún desconocidos” encontraron formas de guarecerse bajo árboles caídos o agrupándose en manadas a campo abierto. Jean-Paul Widmer, del Instituto Nacional de Bosques, de Francia, reconoce: “Sabemos menos del [comportamiento] de los ciervos y de los jabalíes que de los leones y de otras fieras de lugares remotos”.
Síndrome de la clase turista
Veinticinco viajeros que llegaron al aeropuerto Narita, de Japón, “han muerto del llamado síndrome de la clase turista” en los últimos ocho años, señala el periódico The Daily Yomiuri. Pese a su nombre, el mal también ataca a los pasajeros de primera clase. Pasar varias horas sentado entorpece la circulación sanguínea de las piernas y favorece la formación de coágulos que, si llegan a los pulmones, pueden ocasionar problemas respiratorios e incluso la muerte. Toshiro Makino, director de la Facultad de Medicina Nipona de la Clínica del Nuevo Aeropuerto Internacional de Tokio, explica que, todos los años, la terminal aérea de Narita recibe entre 100 y 150 personas que sufren los síntomas de una manera u otra, por lo cual recomienda que “en los vuelos sin escala de siete u ocho horas de duración, se tome más agua de la acostumbrada y se adopten medidas preventivas, como estirarse y flexionar las piernas”.
Sube la temperatura en Tokio
“Durante el siglo XX —informa The Daily Yomiuri—, Tokio registró una disminución del 95% en el promedio anual de días con temperaturas bajo cero”, es decir, solo 3,2 días en la década de los noventa, comparados con los 61,7 en el primer decenio del siglo. La causa de que ya no bajen tanto las temperaturas es el calentamiento global, en opinión de un veterano especialista del Servicio Meteorológico de Japón, quien exteriorizó su inquietud de que “los inviernos fríos de verdad” de la capital pasen a la historia. El servicio pronostica que, si se mantienen los niveles actuales de emisión de gases de invernadero, la temperatura media del planeta subirá entre 1,0 y 3,5 grados Celsius en el siglo XXI. Con un incremento de 3,5 grados en el territorio japonés, Tokio sería tan caliente como la actual Nairobi.
El retorno de la sífilis
La sífilis había desaparecido de Francia casi por completo desde hacía décadas. No obstante, el año pasado los médicos se enfrentaron a un nuevo azote de la epidemia, sobre todo entre la población homosexual, según informa el diario francés Le Figaro. También se detectaron brotes similares en Gran Bretaña e Irlanda en el año 2000. La sífilis es una afección bacteriana que provoca lesiones cutáneas y sarpullido en las primeras etapas y, si no se trata, degenera en daños neurológicos y cardiovasculares. El resurgimiento de esta enfermedad de transmisión sexual es preocupante, como señala Le Figaro, porque “las nuevas generaciones de facultativos la desconocen totalmente, ya que no han examinado ni un solo caso en los cursos de medicina”, de modo que pueden diagnosticarla mal y no recetar el tratamiento eficaz. Los especialistas sospechan que las prácticas sexuales de riesgo son las causantes de la plaga, y temen que la tendencia presagie “una nueva explosión en la epidemia del sida”.
Precauciones para viajeros de la tercera edad
Cada vez son más las personas mayores que viajan a zonas menos desarrolladas del mundo y, como indica el boletín Tufts University Health & Nutrition Letter, en muchos casos enferman debido a la ingestión de alimentos o agua contaminados con bacterias. La consecuente “diarrea del viajero” puede desencadenar problemas de salud más graves entre los mayores de 60 años. A menos que se coma en un hotel o restaurante de primera clase de una moderna
ciudad grande, el citado boletín aconseja:□ No tomar agua de la llave ni lavarse los dientes con ella. Emplear solo agua embotellada, hervida o desinfectada. No utilizar cubitos de hielo, a menos que se tenga la certeza de que hayan sido elaborados con agua potable.
□ No consumir pescado ni carne, a menos que estén bien cocidos.
□ No ingerir productos lácteos sin pasteurizar ni verduras crudas.
□ No comer fruta natural a menos que uno mismo la pele después de lavarla con agua limpia. Una vez mondada, lavarse las manos antes de consumirla.
□ No comprar comida en la calle, aunque la sirvan caliente.
Multitudes de “desplazados internos”
“Su número iguala al de infectados de VIH y duplica al de refugiados —indica el diario londinense The Independent—. Son lo que la comunidad internacional de ayuda humanitaria denomina ‘desplazados internos’”, es decir, personas que se han visto obligadas a huir de su hogar, pero no abandonan el país. La ONU calcula que se hallan en tales condiciones entre 25.000.000 y 30.000.000 de seres, que por lo general no viven en centros de refugiados, sino con otras familias o en las calles. Dennis McNamara, coordinador especial de la ONU a cargo de la situación, aclara que “muchos procuran quedarse tan cerca de casa como puedan, donde están sus campos de cultivo”, en vez de buscar refugio en otra nación. A dichos desplazados —el 90% de ellos mujeres y niños— suele negárseles la ayuda de los organismos de socorro. “Los hombres son los que luchan en las guerras —agrega McNamara—, pero las víctimas son mujeres y niños. Ellas corren constante peligro de que las violen los soldados que las persiguen.”
Lengua de ventosa
¿Cómo logra el camaleón atrapar lagartijas o pájaros que llegan a pesar un 10% de su propio peso? Hasta ahora se creía que la presa quedaba adherida a la superficie áspera y pegajosa de la lengua, pero tal explicación no aclaraba cómo conseguía atrapar bocados relativamente pesados. Para despejar la incógnita, un grupo de científicos de Amberes (Bélgica) filmaron a gran velocidad la fulminante lengua del camaleón en acción, según informa la revista científica alemana Bild der Wissenschaft-Online. Observaron que, al momento de salir disparada, la punta de la lengua forma un globo y que, justo antes de hacer contacto, dos músculos se contraen y la convierten en una ventosa que se “pega” a la presa.
El desierto invasor
“El desierto del Sahara ha atravesado el Mediterráneo: [...] el sur de Europa se torna árido a causa de una combinación letal de alteraciones climáticas y degradación del terreno”, apunta el diario londinense The Guardian. Durante una convención de lucha contra la desertificación que llevó a cabo la ONU, celebrada en diciembre de 2000, un entendido arrojó parte de la culpa sobre la globalización de la agricultura, argumentando que los pequeños cultivadores son incapaces de competir con ella. Como consecuencia, abandonan tierras que el cultivo en terrazas y el riego cuidadoso habían conservado durante milenios, por lo que el suelo finalmente se erosiona. La situación ya reviste gravedad en el sur de Italia, España y Grecia, pero Bulgaria, Hungría, Rumania, Moldova, Rusia y China también encaran la creciente desertificación. Klaus Töpfer, director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, declaró: “La tierra es un recurso natural tan importante para el bienestar del género humano y el ambiente como el agua y el aire puros”.
Se establece el nacimiento del Amazonas
Un equipo de veintidós exploradores corroboró la ubicación del “nacimiento del río más caudaloso del mundo, poniendo fin a décadas de especulaciones y hallazgos contradictorios”, señala el periódico londinense The Times. El Amazonas se inicia como un hilito de agua en el Nevado Mismi, pico de 5.000 metros de altitud situado en los Andes peruanos meridionales. Luego desciende por un valle de hierba y musgo, hasta unirse con otras corrientes y ríos antes de continuar su viaje de 6.000 kilómetros al océano Atlántico. El jefe del equipo, Andrew Pietowski, describió así el lugar: “Es hermoso: un valle verde al pie de un impresionante acantilado, casi negro, de unos 40 metros de alto, muy silencioso y sereno”.