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¿Adorable mascota, o feroz asesino?

¿Adorable mascota, o feroz asesino?

¿Adorable mascota, o feroz asesino?

DE NUESTRO CORRESPONSAL EN POLONIA

UN HOMBRE que había salido a correr muere desangrado tras ser atacado por un perro agresivo. Una chica es asesinada por su propio rottweiler. Unos padres ven cómo un pastor alemán callejero hiere de muerte a su hijo de nueve años. Estos son tan solo algunos de los trágicos sucesos relacionados con perros de pura raza que han acontecido en Polonia.

A fin de prevenir tales desgracias, algunas autoridades exigen la obtención de una licencia para poseer ciertos perros. Barbara Zaleska, miembro de la Asociación Polaca de Criaderos de Perros, sostiene que la obtención de la licencia debería depender del dueño, no del perro, “pues es el dueño quien decide si su mastín, su rottweiler o su bullterrier se convertirá en una bestia o seguirá siendo amigo del hombre”.

En algunos casos se entrena a los perros para que se conviertan en asesinos. Según parece, el entrenamiento incluye palizas, privación de alimentos y hasta “sesiones prácticas de asesinato”, en las que estos animales aprenden a atacar y destrozar muñecos. A continuación se les incita a atacar a perros más débiles que no tengan posibilidades de sobrevivir. Cuando concluye su entrenamiento, ya está listo para ir a peleas organizadas, para alegría de los que hacen apuestas y de los aficionados sedientos de sangre.

La Biblia expone claramente el punto de vista divino sobre el trato cruel de los animales. Dice: “El justo está cuidando del alma de su animal doméstico, pero las misericordias de los inicuos son crueles” (Proverbios 12:10). Quienes desean agradar al Creador no tratan a los animales con sadismo. Nos alegra saber que en el nuevo mundo de Dios desaparecerá la práctica de convertir animales en asesinos, sea por deporte o por cualquier otra razón (Salmo 37:9-11).