El diente autoafilable del erizo de mar
¿Casualidad o diseño?
El diente autoafilable del erizo de mar
● Utilizando sus cinco dientes, el erizo de mar talla en la roca un agujero donde esconderse. Pese a su función de roer y triturar, los dientes se mantienen constantemente afilados. “Eso es mucho más de lo que podemos decir de cualquier herramienta para cortar o triturar que conozcamos”, afirma Pupa Gilbert, profesora de Física de la Universidad de Wisconsin-Madison (Estados Unidos). ¿En dónde reside el secreto?
Reflexione: El diente del erizo de mar está compuesto por cristales unidos mediante una especie de cemento. No obstante, “existen puntos de ruptura colocados en lugares predeterminados del diente”, observa la profesora Gilbert. El material orgánico presente en estos lugares es más débil, lo que facilita el desprendimiento de las capas desgastadas (algo parecido a la línea perforada que permite separar un cheque del talón), dejando al descubierto un borde nuevo y afilado. Como el diente crece de forma continua desde su base y se afila a sí mismo por el extremo, nunca está romo o embotado. Gilbert se refiere al diente del erizo de mar como “una de las pocas estructuras en la naturaleza que se afilan a sí mismas”.
Saber cómo funciona el diente autoafilable del erizo tiene importantes implicaciones para los fabricantes de herramientas. En teoría, podría desembocar en la fabricación de herramientas que se afilen a sí mismas con el uso. “La clave está en el mecanismo utilizado por el erizo”, puntualiza la citada profesora.
¿Qué piensa? ¿Será el diente autoafilable del erizo de mar producto de la casualidad, o del diseño?
[Ilustración de la página 16]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
Diente en crecimiento
Placa calcárea
Diente afilado
[Ilustración de la página 16]
Erizo de mar
[Ilustración de la página 16]
Cinco dientes
[Reconocimiento de la página 16]
Ambas fotos: gentileza de Pupa Gilbert/University of Wisconsin-Madison